miércoles, 17 de septiembre de 2008

Sólo para compartir


Hay
ayeres
y mañanas
pero no hay
hoyes

Mario Benedetti (otra vez!)

sábado, 16 de agosto de 2008

Sólo para compartir

¿QUÉ LES QUEDA A LOS JÓVENES?

¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de paciencia y asco?
¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo?
también les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopía
ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros

¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina?
¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas?
les queda respirar / abrir los ojos
descubrir las raíces del horror
inventar paz así sea a ponchazos
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar

¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?
también les queda discutir con dios
tanto si existe como si no existe
tender manos que ayudan / abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno /
sobre todo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines de pasado
y los sabios granujas del presente.

Mario Benedetti

viernes, 18 de abril de 2008

Sólo para compartir

Y así es Santiago....


Segunda noche en menos de un mes que el azar me transporta al bagaje inexplicable por las calles de nuestra capital, no hay mucho que decir, basta observar, y es que simplemente esta ciudad llena de luz, llena de voces, llena momentos, me hace pensar en lo poco y nada que contiene. Esta ciudad llena de singularidades pasajeras, que no permanecen en el ahora más que un momento, que este momento. Lo que acabo de oír, lo que acabo de ver, ya dejo de ser, y se dispone a abandonar la ciudad. Amenaza con vaciarla, dejarla completamente desnuda, conmigo, único testigo de la subjetividad de mi percepción. Pero, en este mismo segundo se vuelve a llenar completamente de nada, en un flujo incesante.

Tres cuartos de hora separan La Reina y Puente Alto a eso de las cinco de la madrugada, cinco temas de Stan Getz, o tal vez más de una decena de Parker, quién sabe, a quién le importa en realidad. Lo cierto es que este lugar tantas veces visitado, y tan poco conocido, del bagaje casi siempre extraterreno, nunca antes me habían parecido tan extraños como ahora. Y es que recién en este punto el multiculturalismo me hace sentido más allá del que hace en mis apuntes de historia, y es que realmente no existe un mundo más allá del que se relaciona conmigo, que convivir juntos no significa nada más que conservar las libertades teniendo el menor contacto posible, y es que finalmente, a pocas horas del amanecer, me doy cuenta de mi única gran preocupación por el momento es guardar silencio.

sábado, 12 de enero de 2008

Sólo una historia...

Hoy les contare una historia. Esta no empieza como la mayoría de las historias, no dice había una vez, porque no es una historia como las que conocen, no encontraran duendes, príncipes, ni princesas, ollas de oro, alfombras voladoras, gigantes, castillos, ni dragones. Tampoco encontraran al termino "y vivieron felices para siempre", o un Fin con su efe estilizada como es debido.
Y aunque soy capaz de contarles como no será la historia, no tengo la más mínima idea de cómo continua más allá de estos tres pequeños párrafos.

Hay una niña alegre deambulando por lo que a ella le parece un sendero tranquilo, nunca ha estado aquí, pero cree saber exactamente lo que debe hacer, sabe a dónde conduce, ¿es lo importante no?. Ya a tenido que caminar por senderos similares, 18 si queremos ser exactos.

Camina escoltada, aunque a ella solo le parece grata compañía. Siente que varios quedaron atrás, más cuenta, y el número es el mismo. Sus conversaciones de infancia parecen repetirse, con distintos escenarios, con diversa profundidad, pero con los mismos personajes enredados en los mismos quehaceres.

Que importa todo. La niña va de viaje.